“Cuando los alumnos de un nuevo curso “Vívela 5 días”
suben a bordo, en realidad están un poco despistados y no saben muy bien a qué
se han inscrito. Si; todos han leído toda la documentación que en la Federación
de Vela Comunitat Valenciana les han facilitado. Y todos han hecho muchas
preguntas por teléfono. Pero la lectura de estos documentos combinada con las
ideas preestablecidas que siempre hay en nuestro interior hace que cada uno se
haya formado una idea de que es lo que va a suceder a lo largo de estos 5 días.
La diversidad de las cosas que traen en sus bolsas es una prueba de esto.
Algunas de estas ideas son comunes. Todos saben que
vienen a un Curso de Vela, que van a aprender a manejar el aparejo, a hacer
maniobras al viento, a posicionarse en la carta náutica, a reconocer las luces
y marcas en la noche, y un montón de cosas más sobre la Navegación de Altura.
Pero en torno a esas ideas comunes cada uno construye su idea de curso a partir
de sus ilusiones y/o basa sus dudas en sus temores personales, como en
cualquier otro aspecto de su vida en tierra.
“…viajaremos por toda la Comunitat Valenciana…”, “… mí
me han dicho que hay que cocinar entre todos…”, “…pues creo que a bordo no nos
podemos tomar ni una cerveza…”, “…a lo mejor no tenemos ni cobertura a en el
móvil…”
Sea como fuere, lo primero que este grupo de Grumetes va
a encontrarse es que constituye parte de un grupo de personas que tienen su
misma ilusión por pasar unos días estupendos en el mar, viajando y aprendiendo
un montón de cosas.
Si. Todos parecen muy majetes. Pero para aprender cosas
en un barco lo primero es estar cómodos en él. Y eso supone convivir todos a bordo en armonía
y mantener nuestra nueva casa en orden. El definitiva, hemos de sentirnos como
en nuestra propia casa, pero con estas otras personas a las que no conozco de
nada.
Efectivamente no las conozco. Pero en un barco pronto
nos conocemos todos. En cuanto comenzamos a trabajar los unos para los otros,
en cuanto todos arrimamos el hombro en la misma dirección en esos primeros
pasos de convivencia enseguida nos conocemos. Claro que sí. Además, las
charlitas después de cenar para ver cómo ha ido el día y que problemas de
convivencia pueden haberse presentado, ayudan mucho a resolverlos y a
conocernos. No sólo entre nosotros, sino a nosotros mismos.
Aquel Equipo de Trabajo en la convivencia cotidiana de
la Vida a Bordo pronto comenzará a funcionar como un autentico Dream Team
también en las maniobras y en el manejo del aparejo.
Y desde el primer momento comenzamos a adquirir
conocimientos náuticos. Ángulos de viento, maniobras, el misterio de navegar en
contra del viento que nos empuja, las demoras y posicionamiento en la Carta
Náutica. De repente comenzamos a
aprender cosas tan interesantes que nos preguntamos cómo es que no nos hemos
tropezado con ellas antes. Y muchas. Parece que cuando más cosas sabes de
náutica más quedan por aprender.
Y todo esto navegando a vela. A bordo de uno de los Buques-Escuela más activos que conozco, en el que la formación en conceptos náuticos teóricos y prácticos están inevitablemente ligadas. Las habilidades del buen saber hacer marinero comienzan con los trabajos de cubiertas más básicos, que no por ello menos importantes.
¿Y la Seguridad? ¿Es seguro Navegar a Vela? La Seguridad
ante todo. Aventurarse es unas cosas y correr riesgos es otra bien distinta.
Los medios de Seguridad del Sistema Mundial de Salvamento y Socorro marítimo
será lo primero que aprenderemos.
Pero a estas alturas ya estas perdido. Ya no puedes dejar que querer saber más. “¿Cómo se forman los frentes? ¿De dónde salen las nubes?”, “por qué es tan importante el barómetro en el mar si en tierra nos da igual”… a cada respuesta le seguirá una nueva pregunta, del mismo modo que cuanto más alto subimos para ver el horizonte, vemos que hay más horizonte que nos queda por ver.
Navegar por la noche es una experiencia sobrecogedora.
Verse envuelto por ese manto tan tupido de estrellas, muchísimas más de las que
estamos acostumbrados a ver en nuestra tranquila tierra, nos deja siempre en
silencio a todos.
Sentirse tan insignificante en medio de toda la
inmensidad del cosmos y, al mismo tiempo, saberse el centro de todo lo que te
rodea es una paradoja vital.
¿Es posible no perderse durante la noche? ¿Cuáles son
las luces y marcas que usan los marinos para encontrar su puerto, su destino?
¿Cuales son las precauciones de debemos adoptar al navegar de noche?
¿Podemos saber dónde estamos mirando al cielo?
Más y más preguntas asaltarán nuestra mente. Y
necesitaremos dar una respuesta a todas. Algo que comenzó como una aventura
medio deportiva y medio turística ya hace días que se ha convertido en la Gran
Aventura del Saber.
Y volveremos a mirar al cielo buscando respuestas entre
las estrellas. Recorreremos el cielo buscando con nuestra mirada. El
brillo de cada una de los millones de estrellas se refleja en mis ojos y entra
dentro de mí. ¿Es entonces mi interior lo que estoy viendo?
Por si todo esto fuera poco, cuando miremos a nuestro
alrededor descubriremos los enclaves más bellos de la Comunitat Valenciana.
El Grumete de la Goleta Tirant Primer no quiere ser
ajeno a lo que le rodea. Cuando llegamos a las Islas Columbretes no nos
limitamos a darnos un chapuzón en sus aguas. Seguimos queriendo saber. Un Guía
del Parque Natural de las Islas Columbretes nos explicará cuáles son las
especies endémicas que allí han podido desarrollarse. ¿Sabías que allí anida el
Halcón Eleonor que migra cada invierno hasta Madagascar? ¿Sabías que estos
halcones siguen rutas distintas y, sin embargo, vuelven a encontrarse de nuevo
al año siguiente?
Del mismo modo, cuando recalamos en Calpe, una excursión
al Penyal d’Ifach acompañados de uno de sus ecólogos nos contará la flora
especial de tan singular peñasco.
¿Conoces la historia de la Isla de Tabarca? Hay tantas y
tantas cosas que saber de nuestro litoral que hemos de tener cuidado con no
intentar hablar de todas ellas. A bordo llevamos un dossier con las principales
Torres Vigía de la Comunitat Valenciana, esas que constituyeron de facto
la primera Red de Telecomunicaciones Óptica con la que transmitían alarmas
cuando en el horizonte se avistaba una vela sospechosa ante el temor de que se
tratase de un pirata berberisco.
Todos los barcos llevan a bordo un Libro de Faros en el
que se describe su código de luces y el resto de características náuticas para
identificarlos inequívocamente. A bordo de la Goleta Tirant Primer llevamos,
además, una descripción de cuáles fueron las distintas tecnologías lumínicas
que han utilizado a lo largo de su historia, así como las peculiaridades de su
diseño y construcción.
El litoral de la Comunitat Valenciana está repleto de
tesoros en forma de historia. Las Pesquerías de la Marina Alta son otro ejemplo
de ello. Todo lo que se aviste desde la Goleta Tirant al mirar hacia tierra es
de nuestro interés.”
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